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O'Leary, Pasborg & Friis-Nielsen - Støj

Sergio Piccirilli, El Intruso

Calificación: Está bien

La fructífera trayectoria del guitarrista irlandés Mark O’Leary se ha caracterizado tanto por su permanente vocación para hurgar en diferentes territorios musicales como por su inhabitual versatilidad para adaptarse a distintos conceptos estéticos. Una somera recorrida curricular da cuenta de los múltiples estilos y géneros en los que abrevó en su dilatada trayectoria; desde música clásica con el Cikada String Quartet a folclore noruego junto a Nils Okland, pasando por el jazz en compañía de Uri Caine a música tradicional sueca con Mats Eden y libre improvisación junto a Jakob Riis, Evan Parker y Sunny Murray. Sin dejar de mencionar sus colaboraciones en diversos contextos y formatos (dúos, tríos, cuartetos, etc.) con figuras consagradas como Jack DeJohnette, Bill Bruford, Paul Bley, Matthew Shipp, Wayne Horvitz, Kresten Osgood, Eyvind Kang, Bobo Stenson, Kenny Werner, Palle Danielsson, Alex Cline, etc.

Mas allá de resultados y valoraciones estéticas su nuevo trabajo, Støj, es una fiel representación de sus heterogéneos intereses exploratorios. Este álbum en el que comparte créditos con los daneses Peter Fris-Nielsen (bajo) y Stefan Pasborg (batería y percusión) registra una sesión llevada a cabo en el Karma Crew Studio de Copenhague, sin ensayos ni ideas preconcebidas, en donde parecen confluir el espíritu de una jam-session con el temperamento de un power trío y los códigos implícitos en la libre improvisación. Las nueve piezas contenidas en Støj nos sumergen en una catártica exposición colectiva en la que se congregan desarrollos melódicos de direccionalidad imprevisible, un ejercicio dinámico pleno de líneas ondulantes y ritmos fracturados, vigorosas disonancias y progresiones armónicas sin limitaciones fronterizas. Aun cuando ciertos pasajes parecen exigir un reposo mayor o resultan demasiado enérgicos y experimentales, la obra en su conjunto nunca deja de ser interesante ni impide apreciar la fortaleza sonora de un trío que encuentra en la experimentada guitarra de Mark O’Leary su alegato excluyente.